Por Juan Angel Italiano.
Publicación digital de POSVERSO / Hotel DaDÁ.
Algunos juicios sobre la obra:
Jairo Rojas Rojas (VEN) en: “Mapa sobre la poesía visual uruguaya: sobre «Verbovisualidad oriental», de Juan Ángel Italiano”
“(…) Al leer esta antología vuelve la misma sensación de sorpresa, aún más porque su luz apunta a los primeros ejemplos de la poesía visual hecha en Uruguay, y con ello se despliega un primer mapa de una tradición. El estudio preliminar colabora para entender ese territorio familiar y extranjero al mismo tiempo, un prólogo que se mueve en el vaivén del marco histórico y las consideraciones teóricas. A partir del concepto de poesía visual, Italiano remarca otro derrotero del poema más bien como un artefacto de interrogación y cuestionamiento radical. Como consecuencia, esta serie de ejemplos que conforman esa constelación son refractarios a un examen desde las herramientas con las que se evalúa un soneto, por ejemplo.
Pareciera que estos autores y autoras se descarriaran y más que escribir dibujaran. Las frases, el alfabeto, se tornan materia geométrica con líneas y figuras que engendran otros signos. Escriben para ver y al ver se oye. ¿Qué hacer entonces con esta alteración de las arquitecturas del lenguaje? Cada caso de esta antología responde a su manera, explora, tantea. Son ejercicios de inteligencia, de audaz propuesta interdisciplinar.”
Riccardo Boglione (ITA) en: “Cómo mirar palabras y leer imágenes: sobre libro de Juan Ángel Italiano”
“(…) Italiano eligió para el volumen la rapidez y la esencialidad, que condicen redondamente con la mayoría de los experimentos verbovisuales que analiza y despliega –la excepción son los “laberintos”–: un tipo de poesía, por lo general, dinámica. En el prólogo el autor resume sucinta pero escrupulosamente el desarrollo de ese género poético en términos generales, recordando luego, y debidamente, estudios pioneros en Uruguay como los de Clemente Padín y N.N. Argañaraz. Deja, entonces, espacio (más de la mitad del volumen) a los especímenes nacionales, o más bien territoriales. Subrayo la diferencia, que el mismo Italiano propone, al incorporar la “obra” de un charrúa de principios del siglo XIX: pulsiones a mezclar íntimamente letras e imágenes anteceden, claramente, a los estados naciones (en el campo internacional hay quienes, muy arriesgadamente, consideran como ejercicios verbovisuales algunas prehistóricas pinturas rupestres).
(…) Italiano, además de este fino florilegio, hace algo valioso con las notas que siguen a los capítulos: para cada uno de los poemas brinda una serie abundante de datos, explicaciones y derroteros interpretativos que permite un excelente encuadre de un tipo de poesía que a menudo –dejada sin contexto– puede resultar, alternadamente, demasiado sencilla o estridentemente compleja.”